Estaba el otro día en el bar de mis pecados cuando sentí como unas súbitas ganas de VIVIR!
Y pensé que si no llego lejos, al menos llego alto. Como dijo HUESO el otro día: Ta' el pino todavía?...Ah, creí que se lo habían fumado... Y me dio por la filosofía y me anoté en el celu que detrás de todo chico culto hay un chico oculto, entonces supe que lo primero que debía regalarle a mi hijo era un viaje, a ningún lugar, pero un viaje.
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Porque a mi me encanta esa calle curva que nunca termina.
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Y ojalá a ella también...
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