RECUERDO DE TU ADIOS

PAZ

Es cuasi imposible no pederse en Potosí.

Pero peor es estar en La Paz y no saber que hacer.

Lo que quieras, lo que pinte, desde tabaco barato, pasando por frutas exóticas hermosas, hasta san pedro en la calle de las brujas o lo que sea en 4 o 5 idiomas diferentes.

Todo, todo hay, todo se comercia, todo se vende sin grandes inhibiciones de parte del ente regulador.

Perfecto.

El paraíso.

El infierno para el hombre sin rumbo ni objetivo.

Prestancia perfecta para la cholita que encuentra en el turista su saciedad ideológica y mucho más.

Aunque no siempre llegue a concretarse, gracias a alguna terrible e implacable hermaprima que hizo imposible lo más probable.

Verdad, verdad incontenible de la calle, calle en la que no sobrevive cualquiera y menos 12 años. Cultura, historia y realidad más allá de lo vidente.

Caminar, keep walking por sendas desconocidas pero hermosas e igualmente patéticas, nunca se sabe… capas… lo mejor está por venir… siempre.

Algún día, quizá, nos encuentre la vida de viaje…

QUE HA PASADO

COMO LOS TECATOS

Nunca me sentí tan cerca del cielo, es que a veces uno se siente como en las nubes, como si pudiera tocarlas con solo estirar la mano, hoy me pasó. Y es algo que no solo no les ocurre a muchos, sino que a esos mismos pocos (poquísimos) nos pasa muy de vez en cuando. Y es justo ahí donde uno tiene que estar bien dispierto, para no ser caído del catre vio? Porque hay más de uno que cuando se baje de la higuera no va a quedar nada, pero nada de nada he! Y ahí sí lo quiero ver! Duro como gato de yeso, quieto como perro en bote, sin saber para donde rajar, pa´ donde apuntar el sulqui.

En ese momento y como quién no quiere le cosa, me va a querer seguir como pedo en sobretodo, pero a mí con el caballo cansado y la cola entre las patas no me van a correr! De una le voy a parar el carro, por más que venga como tren sin luz yo le pongo el pecho a las balas y soy capaz de pedirle peras al olmo antes que rendirme y que me pasen por arriba como chichón del suelo.

Para no andar con rodeos lo encaro como toro al matadero y le digo: “Loco, queré faso?”

TU NO SABES TODO LO QUE YO COSECHO