SUBLIME

Entro a la habitación, él está en la esquina, me mira, al fin solos, nos decimos. Lo que se atraviesa por mi cabeza es una verdadera masacre de imágenes, donde solo uno sobrevive y el otro perece con la convicción de haber hecho y merecido cual Spartano en el campo de batalla, la muerte milagrosa, la muerte dulce. Dulce, que dulce que es, pienso mientras imagino mi lengua recorriendo cada una de sus partículas, cada una de sus protuberancias, de sus curvas y esquinas, esquinas bien marcadas como se marca cada uno de mis músculos cuando desato la sonrisa en mi cara adivinando como me voy a llevar bien dentro de mí su precioso nectar. Y mi boca se inunda de saliva como si ya estuviese experimentando el orgasmo que produce el solo contacto de mis papilas gustativas con esa masa indefinidamente atractiva a cualquier sexto sentido que exista…

Chicos, no saben lo que es comerse un Sublime de Nestle a un sol !!!!!!!!!!!

PE´

METÓDICO

Temprano, más de lo que alguna vez me hubiese imaginado posible, trato de despabilarme, en el Etusa, acurrucado para no llegar tarde y poder desayunar e informarme durante una hora, convocar a Mónica durante la siguiente, disfrutar de un buen libro con un buen mate y algo de música, para dar comienzo a las más diversas aseveraciones de las más diversas latitudes. Tal vez comer algo, o hablar con “la mama” un rato, más si es el “sábalo”. Ver un rato la caja boba o una buena white collar on line. Repasar un poco más y quizá una colgadita aquí y allí, para llegar al declive y el cierre de cortinas, no sin antes, o después, recibir a Hugo y poner la mejor cara de yo no fui. Como todo tiene un final, acá termina mi vida laboral día a día.

CHOCHA