RICA

Señorita Vanina:
Me complace enormemente que le haya agradado la llamada que de mi ser hacia el suyo se produjo en el día próximo pasado...
Imagino que su figura, otrora relajada, se encuentra paseando por los mismos recovecos de su rutina desgastada...
Solemos ser, nada más, que otros en nuestra propia vidas, cuando vivimos aquello con el único fin de hacer ésto...
Más no contaban con lo más intrínseco de nuestro ser al saberse honestamente defraudado...
Semos meros objetos buscando la aprobación de un dios de tierra, un dios de agua...
Pero cuando las replicas de las súplicas no llegan a destino, somos capaces de mirar para otro lado y apreciar aquello de la manera en que antes no lo hacíamos...
Juan Pablo, tuqui que tuqui tuqui, señor de las aproximaciones, ahora recuerdo su nombre, aquel que me esquivaba ni bien me veía...
La última noche que pasé contigo, en esa casa, en tu cama, fue más bien dolorosa, pero de otro tipo de dolor, mucho mas banal que el espiritual y alejado del facilmente apreciable físico. Pero no porque haya sido una mala noche, simplemente no quería que terminara nunca y a la vez lo antes posible.
Me despido cariñosamente, Felipe

BASTA

No escribas más así, no me gusta.