CLARA INFRACCIÓN

Con la luna arreando mis espaldas, fui manoteando sombras por ésta Bolivia que ocupa más tiempo en la historia que espacio en el mapa.
Noches manchadas de estrellas me enseñaron a no pasar de largo frente a uno mismo y a despojarse de ese enemigo interno que nos veda el paraíso.
Un viejo bastante nuevo me dijo una vez que hay que surfear al menos una vez en la vida.
Se puede vivir de domingo en domingo, y hasta podes chocarte el amor en el medio, si al final de cuentas uno es sus cicatrices.