BANANA Y JENGIBRE

Él es ingeniero, no abrelatas y casi que no pone el lomo ni para dormir.
Pero su última verdad lo dejó con cara de tortuga regalada y ya no pudo evitar esa neurótica enfermedad llamada amor.
Evitar enfermarse hubiese sido como contemplar horizontes sin carnaval, tan absurdo como pretender vivir solo una vida. Y él hubiese vuelto de la tercera guerra mundial solo por un beso suyo.
Se fue transformando en una increíble obsesión, estaba muy cerca de convertirse en algo inequiparable.
Por qué de repente todo gira sobre ella?
Si al final no es mas que una mina normal, no coge.
Pero esa noche junto a la pared de transe había algo mas, él nunca evitó decir la verdad pero la decisión equivocada puede convertirse en ley.
Así fue como, sin saber si era ella o su fantasma le dijo: "Yo te quiero así".
Como única respuesta llegó a sus oídos el eterno eco de una súplica pasada de moda de la que solo pudo entender tres palabras..."Dejá de odiarme" repitió sin poder siquiera comprender porqué todo termina acá, donde vino a llorarla...
Alguien haga algo con esta historia, yo ya no quiero ser él...